NORMATIVA ALIMENTARIA: CULMINA EL CICLO DE CAPACITACIÓN DE LA UNRaf Y ASSAL
31/07/2020
La propuesta de formación para profesionales vinculados a alimentos permitió trascender los aspectos formales para plantear tendencias y proponer debates actuales en el sector. Con más de 200 participantes por encuentro, el auditorio incluyó a profesionales de Paraguay y Perú. 
A lo largo del mes de julio se desarrolló un ciclo de formación en normativa alimentaria organizado por la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf) y la Agencia de Santafesina de Seguridad Alimentaria (ASSAl). La propuesta se desarrolló en modalidad virtual y contó con más de 200 participantes por encuentro, incluyendo asistentes de países como Paraguay y Perú.
Desde la carrera Licenciatura en Industrias Alimentarias de la UNRaf se impulsó la realización de este ciclo conjunto con la ASSAl con el objetivo de iniciar el abordaje de una temática fundamental para los profesionales vinculados al área de alimentos, como es el aspecto legal imprescindible para garantizar la seguridad alimentaria.
Según detallaron los organizadores, los temas tratados en las clases intentan acercar conocimiento sobre la normativa vigente y a la vez permitir la interacción entre profesionales de todo el país. “Consideramos que es un área de vacancia en la formación técnica, y pretendemos enriquecer los saberes de los actores que participan en uno de los eslabones fundamentales para la vida de las personas, como es la elaboración de alimentos”, enfatizó Fabiana Gentinetta, coordinadora de la actividad y directora de la Licenciatura.
De lo formal a lo complejo
La capacitación estuvo a cargo de la abogada María Emilia Gautero e incluyó entre sus núcleos temáticos legislación, vigilancia sanitaria, alertas alimentarias, rotulación y derechos del consumidor. Además de presentar y dilucidar aspectos formales que marcan la agenda de trabajo de los profesionales en el sector, la propuesta tuvo como objetivo avanzar en el desarrollo de planteos actuales y necesarios en la materia.
Gautero destaca la necesidad de una mirada compleja del hecho alimentario a partir de los aportes de la antropología, la psicología y la sociología. Es decir, atendiendo la complejidad del hecho, es posible entender por qué su regulación también lo es.
Del mismo modo, la profesional destaca que es necesario ampliar y actualizar el concepto de riesgo y seguridad entendiendo que el producto alimenticio tiene diversos niveles y no es solo su contenido. Como ejemplo señaló que además de riesgos clásicos, como el microbiológico, es necesario atender la sustentabilidad o el carácter saludable de ese producto.