LA UNRaf IMPULSA UNA ALTERNATIVA PARA EL PLÁSTICO POST-CONSUMO QUE SE DESECHA
30/10/2020
Transformar un residuo en un recurso y sumarle valor diferencial a través del diseño, es uno de los objetivos del proyecto ReFunca que desarrolla el Centro de Investigación Aplicada UNRaf Tec. El trabajo del equipo de diseño se orienta a generar oportunidades de revalorización de los plásticos a baja escala, viables y adaptados al contexto local.
Los plásticos de un solo uso como botellas, envoltorios de todo tipo y bolsas representan un verdadero desafío ambiental, social y económico a escala global. Desde la Universidad Nacional de Rafaela (UNRaf), un equipo de docentes y estudiantes de Diseño Industrial se desafían a proponer un nuevo uso para el plástico desechado postconsumo. Esto implica reducir su impacto ambiental pero también disponer de un recurso para generar nuevos productos (y formas de trabajo) que tengan al diseño como valor diferencial.
En Rafaela, gracias a una gestión de los residuos sólidos urbanos pionera, los plásticos forman parte de la fracción recuperable de la que cada vecino genera por mes aproximadamente siete kilos, esto incluye plástico pero también cartones, vidrios y otros materiales.
“Los patrones de consumo actuales basados en la economía lineal sobre la cual se fabrican productos a partir de materias primas que se venden, se utilizan y, a continuación, se desechan como residuos, resultan ya insostenibles”, reflexionan desde el Laboratorio de Diseño Industrial (Lab DI) del Centro de Investigación Aplicada UNRaf Tec.
Transformar lo que existe
Repensar las prácticas hacia una economía más circular representa un desafío crucial si se toman en consideración algunas de las cifras que describen el problema a escala global. Se estima que un 40% de todo el plástico que se genera en el mundo está destinado a la producción de envases de un solo uso, lo que equivale al 8% de todo el petróleo que se usa actualmente. Según reportó Science Advances en 2017, solo el 9% del total del plástico producido en el mundo fue reciclado.
“La práctica del diseño no es ajena a estos desafíos sino agente de cambio capaz de liderar procesos que permitan construir nuevas formas de pensar los productos y sus procesos para operar en entornos más restaurativos, regenerativos a nivel ambiental, social y económico”, afirman desde Lab DI.
ReFunca
Desde una perspectiva circular, ReFunca propone entender a los residuos plásticos como un recurso para el emprendedorismo y el empleo verde. El trabajo del equipo de diseño se orienta a generar una oportunidad de revalorización de plástico de baja escala, viable y adaptada al contexto local.
Desde 2019, un equipo de docentes y estudiantes motivados por su compromiso con la realidad y el ambiente trabaja en el desarrollo de cada uno de los eslabones del proceso que implica desarrollar un modelo de revalorización. La separación de residuos es el primer paso para este tipo de iniciativas y Rafaela cuenta con una valiosa experiencia y trayectoria en este punto.
“Desde la Universidad y a través del proyecto ReFunca nos proponemos allanar caminos creativos y metodológicos, proporcionando una mirada fundamentalmente cualitativa y proyectual, promoviendo asimismo la construcción de redes y canales de información que propicien la revalorización del recurso, como materia prima para nuevos productos”, explicaron.
